Trabajos de la Asociación YIHDES

EL TURISMO CULTURAL, UNA HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL

Autor:
Daniel Espinoza Reynaga


El turismo suele ser considerado como una actividad dinámica, si creemos que es una actividad que surgió producto de la revolución industrial, no es así; el turismo estuvo presente desde el génesis de la historia de nuestra humanidad, tal vez de manera inconsciente los nómadas o sedentarios se convertían en los primeros turistas.

Sin embargo, con el tiempo esta práctica fue evolucionando, y con ella surgieron diferentes variantes, las cuales manejaban a su vez un común denominador llamado ‘intercambio cultural’, ya que en cualquier modalidad de turismo, se tenía como característica el ‘dejar o llevar algo’.

Todas las formas de hacer turismo aportan al desarrollo económico y social, pero existe una que está imbricada en la cultura y, por sus características, resulta una potencial herramienta de transformación social, nos referimos al turismo cultural.



Recuperado de: http://www.andina.com.pe


ICOMOS define al turismo cultural como “un movimiento de personas esencialmente por una motivación cultural, tal como el viaje de estudios, representaciones artísticas, festivales u otros eventos culturales; visitas a lugares y monumentos, folklore, arte o peregrinación”.

Los consumidores que practican esta modalidad de turismo tienen una motivación multidimensional, las experiencias que buscan encontrar en sus viajes no son limitadas, esto conlleva a que este tipo de turismo se desarrolle de manera armoniosa entre lo económico y social –siempre y cuando–  exista de por medio una óptima gestión.

Para entender mejor los beneficios se puede separar ambos términos: por un lado el turismo tiene un beneficio de carácter económico que otorga valor al patrimonio cultural y al espacio geográfico donde se encuentra. En cambio, mediante la cultura, el desarrollo del turismo permite que los recursos obtenidos se destinen a la protección del patrimonio; se incentiva el desarrollo del lugar y se genera puestos de trabajo, apoyando de esta manera a la preservación de las tradiciones, promoviendo la identidad y reduciendo también los problemas sociales.

Ante tantos beneficios, queda la interrogante sobre si el aprovechamiento del potencial que tiene nuestro país se está desarrollando de manera óptima. El turismo es el sector que más ha crecido económicamente y se ha convertido en un eslabón muy importante dentro de la cadena económica nacional; sin embargo, seguimos siendo testigos de panoramas que no evidencian un progreso en los lugares que –irónicamente- reciben miles de visitas.

Urge gestionar el turismo y nuestro patrimonio de manera eficiente, tenemos una extraordinaria oferta cultural gracias a nuestra historia y geografía. Un ejemplo de ello son las huacas ancestrales acentuadas en diferentes zonas de nuestra capital, así como un centro histórico que agoniza, pero que sigue y seguirá incentivando el interés de visita debido a sus hermosos estilos arquitectónicos. 




Fuente: diario “La República”



Es tiempo de ver al turismo cultural como una herramienta que puede afectar y transformar nuestra sociedad, no únicamente por su carácter económico, sino también por el impacto positivo que se materializa en la sostenibilidad y preservación de nuestro patrimonio, la construcción de la identidad nacional, y la promoción de tradiciones y valores, que en conjunto, son fundamentales para contribuir al desarrollo de nuestra sociedad.


Fuentes consultadas:

Joaquín Saúl García Marchante,María del Carmen Poyato  Holgado, ( 2002). La función social del patrimonio histórico:  el turismo cultural, ediciones de la universidad Castilla- La Mancha. 

http://www.uesc.br/revistas/culturaeturismo/edicao3/artigo1.pdf

http://api.eoi.es/api_v1_dev.php/fedora/asset/eoi:80090/EOI_TurismoCultural_2013.pdf