Trabajos de la Asociación YIHDES

INTERPRETACIONES DE LAS ESTATUILLAS FEMENINAS DEL PALEOLÌTICO SUPERIOR - VENUS DE WILLENDORF

Por: Carmen Osorio Quispe

La Venus de Willendorf fue encontrada en un yacimiento paleolítico cerca de Willendorf (Austria), y habría sido elaborada, -aproximadamente.- hace 25. 000 años a. C.- En este periodo es donde se desarrolló la cultura Gravetiense, que abarcó toda la península Ibérica y las estepas euroasiáticas. Los hombres del paleolítico superior también elaboraron figuras antropomorfas y de animales, pero fueron las venus paleolíticas las más abundantes en aquellos tiempos. La Venus de Willendorf fue descubierta por el arqueólogo austriaco Josef Szombathy, en 1908, y actualmente forman parte de la colección del Museo de Historia Natural de Viena.
Esta venus esta esculpida en piedra caliza, en ella se observan restos de coloración rojiza, altura de 11,1 cm.


INTERPRETACIONES DE LAS FIGURITAS FEMENINAS

Actualmente no existe un consenso sobre el papel que desempeñó esta figurita, como la de muchas otras. Desmond Collins y John Onians en su artículo “The Origins of Art” (1978) afirman que la elaboración de imágenes primarias de animales se realizaban por una necesidad de hambre y el deseo de cazar;, por lo tanto, las figuritas femeninas como la Venus de Willendorf explicarían el deseo del hombre del paleolítico por tener relaciones sexuales, pues al estar diseñada con protuberancias en las piernas, caderas y las mamas, incitarían al acto sexual (a diferencia de las manos, pies y el rostro que son casi inexistente). Según estos estudiosos, las venus fueron hechas para el deleite del hombre. 

Se evidencia en las posturas de Desmond Collins y John Onians, que hay en cierta forma una visión androcéntrica y limitada de lo que realmente pudieron representar las figurillas paleolíticas. Al parecer, estos estudiosos miraron el pasado con parámetros actuales, pues aun nuestra sociedad tiene muchos rezagos androcéntricos, que en estos últimos tiempos han sido y están siendo cuestionados.

Pero también hay otras interpretaciones como la de Catherine McCoid y LeRoy D. McDermott quienes sostienen la idea que las figuritas femeninas fueron hechas por las mismas mujeres con la finalidad de enseñar a las adolescentes sobre la salud femenina y la higiene.

Pero parece poco creíble esta última interpretación, pues producirlas solo con la finalidad de enseñar temas de higiene y salud femenina no tendría sentido ya que las venus paleolíticas fueron hechas de una manera muy trabajada y, aparte, se han encontrado en toda Eurasia.

Marija Gimbutas fue la primera que dio un giro teórico nuevo acerca de este tema. Ella había estudiado las figuritas femeninas del neolítico y consideraba que estas eran diosas de la fertilidad. Y respecto a las figuritas femeninas del paleolítico superior, afirmó que estas serían precursoras de las figuritas neolíticas, y que habrían sido elaboradas para formar parte de algún ritual. Las anchas caderas, las mamas y el vientre bien pronunciado harían referencia a una madre en gestación y que representarían a la diosa de fertilidad. Por lo tanto, la Venus de Willendorf sería considerada como tal. 

Esta interpretación que presenta Gimbutas parece ser un poco más lógica, puesto que las figuritas femeninas paleolíticas habrían sido una parte principal de todo el proceso simbólico que se desarrolló en el paleolítico superior en Europa. 

Cristina Masvidal (2006), quien es parte del centro de estudios arqueológicos de la prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona, en su artículo “La Imagen de las mujeres en la Prehistoria a través de las figuritas femeninas paleolíticas y neolíticas” habla de las diferentes interpretaciones que se le han asignado a las figuritas paleolíticas y menciona lo siguiente:

“La representación de la mujer mediante figuritas es una tradición artística que ha existido desde la prehistoria, en el paleolítico, hasta la actualidad casi sin interrupción. En todos los continentes se conocen culturas que en un momento de su historia han elaborado figuritas femeninas (…) pero casi nunca se han contemplado ni la propia autoría de las mujeres ni sus intereses en la propia interpretación de la imagen sino que ha dominado la mirada masculina, tanto del artista como del espectador. En consecuencia, es lógico que este punto de vista haya sido el mayoritario en la interpretación histórica de las representaciones femeninas del pasado y que las primeras hipótesis sobre las figuras surjan de una visión restringida del papel social de las mujeres en las sociedades antiguas”. (MASVIDAL, 2006, p.37) 

Aparte de esto también nos aclara que comúnmente las mujeres y todo lo que con ellas se relacione (como los hijos, la crianza, la alimentación, etc.) se asumen a estas estatuillas sin ninguna cuestión. Para lo cual esta autora objeta afirmando que la imagen de la mujer es la primera representación de un ser humano, que los prejuicios antropocéntricos han llevado a asociar a las figuritas paleolíticas con rituales religiosos, porque parece que es imposible reconocer ninguna capacidad a las mujeres si no es a través de la existencia de una figura divinizada, situada en un pasado remoto que fue superada, por divinidades principalmente masculinas. 

En su artículo “Bases para una nueva Interpretación sobre las Mujeres en la Prehistoria”, Masvidal plantea datos para exponer tendencias con respecto a la función y el significado de las figuras. 

“La primera y no por repetitiva debe darse por sentada es que la imagen humana predominante durante todo el Paleolítico Superior es la femenina, pero esta imagen no es homogénea. En segundo lugar, se da una tendencia hacia la diversificación de soportes a lo largo del Paleolítico Superior, desde las estatuillas en bulto redondo mayoritarias en el período antiguo hasta la mayor diversificación al final de período. Esta diversificación de soportes va pareja a la diversificación contextual y a la regionalización de las culturas del magdaleniense. Finalmente, el contexto de las figuritas tampoco es constante, sin embargo nunca aparecen en contextos funerarios. En la fase antigua es en el contexto doméstico donde debe buscarse su significado: su vinculación con los hogares, carbones y cenizas las asocia fuertemente a las actividades de mantenimiento y quizás a rituales que acompañaban estas actividades, a juzgar por la presencia de ocre y roturas intencionadas. Parece que lo femenino era entendido de forma integradora y ocupaba el espacio cotidiano por completo” (MASVIDAL, 2007, p.212) 

Esta autora recalca que es de suma importancia interpretar conjuntamente las figuritas femeninas teniendo en cuenta el contexto en el cual han sido encontradas. Siendo para del caso de la Venus de Willendorf el contexto doméstico en donde se debe buscar su interpretación. 

Los que nos trasmite Cristina Masvidal es su rechazo por la visión androcéntrica, y nos plantea ciertos puntos que debemos tener en cuenta al momento de interpretar a las figuritas femeninas del paleolítico. El rechazo por la visión androcéntrica es un proceso que se va desenvolviendo durante estos últimos tiempos. Paloma G. Marcen (2006) nos aclara cómo es que se da este proceso de cambio interpretativo de las figuritas femeninas. Informándonos que a finales del S.XIX coinciden dos movimientos: uno científico y otro político; el primero es el evolucionismo social y el segundo el primer movimiento feminista de las sufragistas que plantearon el problema sobre qué papel desempeñó la mujer en la prehistoria. 

No es extraño que la aparición de las mujeres como tema de reflexión e investigación en la prehistoria haya ido de la mano con los movimientos reivindicativos para la mejora en las condiciones sociales, legales y económicas. De esta manera comenzó a perfilarse a través del movimiento feminista un posicionamiento que exige a la práctica convencional de la investigación reconocer su sesgo androcéntrico que debería replantear las bases epistemologías, ontológicas y metodológicas de la arqueología prehistórica. (MARCEN, 2006, pp.15-17) 

No obstante, la arqueología prehistórica, se ha visto obligada a reconsiderar sus perspectivas interpretativas y reconocer los sesgos ideológicos de sus representaciones gráficas y narrativas; así como ampliar el registro arqueológico y las técnicas empleadas en su estudio a consecuencia de este debate. (LIESEN, 1998, 105-113) 

CONCLUSIÓN 

Las diferentes interpretaciones que se las han asignado a figuritas femeninas del paleolítico europeo, como la Venus de Willendorf van desde posturas androcéntricas, en donde se presenta a la mujer como un ser pasivo, hasta interpretaciones como los de Catherine McCoid y LeRoy D. McDermott, en donde que indican que las figurilla fémina habrían sido hechas para un papel didáctico. Pero siendo la de Marija Gimbutas la que dio un nuevo giro teórico nuevo, al interpretar las venus paleolíticas como figuritas divinizadas. 

Cristina Masvidal opina que estas anteriores interpretaciones tienen sesgos androcéntricos, pues han tenido una visión limitada del papel de las mujeres en la sociedad antigua, porque parece imposible aceptar algún poder a las mujeres, si no es a través de la existencia de una figura divinizada. 

Paloma G. Marcen nos da a entender que las nuevas interpretaciones que se les dan a las figuritas femeninas del paleolítico europeo – y que se alejaron de la visión antropocéntrica- tienen su explicación en la aparición de dos movimientos que coincidieron en el tiempo que son el evolucionismo social y el primer movimiento feminista de las sufragistas que se desarrollaron afines del S.XIX. El tema que erigieron en primera instancia como ámbito de denuncia e investigación fue el papel que se les asigna a las mujeres en la prehistoria. No obstante, la arqueología prehistórica se ha visto obligada reconsiderar sus perspectivas interpretativas, a reconocer ciertos sesgos antropocéntricos y a plantearse nuevas interpretaciones desde varios ángulos. 

Como vemos, las interpretaciones han variado según los diferentes contextos en los que han sido estudiados. Se considera que las figuritas femeninas del paleolítico europeo desempeñaron un papel importante en su contexto, que debemos interpretarlo de la manera más objetiva posible; y por supuesto, teniendo en cuenta el contexto ámbito en el cual han sido encontradas, como la Venus de Willendorf.

BIBLIOGRAFÍA 

CHARE, Nicholas (2009) Sexing The Canvas: Colling On The Médium. Art History .ISSN0141–6790. VOL32NO4.págs. 664-689. En: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/j.1467-8365.2009.00697.x

LIESEN, L.T (1998) The Legacy Of Women The Gatherer The Emergence Of Evolutionary Feminism. Evolutionary anthropology. Vol.7. N°3. págs..105-113. 

MARCEN, Paloma (2006) Mujeres Y Prehistoria: Vivir El Presente, Pensar El Pasado. Mujeres En La Prehistoria. Editorial: Subdirección General de Estudios y Cooperación del Instituto de la Mujer del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. España. Madrid. 

MASVILDA, Cristina (2006) La Imagen De Las Mujeres En La Prehistoria A Través De Las Figuritas Femeninas Paleolíticas Y Neolíticas. Mujeres En La Prehistoria. Editorial: Subdirección General de Estudios y Cooperación del Instituto de la Mujer del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. España. Madrid. 

(2007) Bases para una nueva interpretación sobre las mujeres en la Prehistoria. Complutum, 2007, Vol. 18: 209-215.En: revistas.ucm.es.





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