En
este mes la asociación YIHDES entrevistó a Franchesca Tapia Espinoza. Historiadora
de arte y gestora cultural por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Desde su etapa estudiantil se ha dedicado a la promoción y organización de
congresos académicos y talleres sobre patrimonio cultural. Ha trabajado como
investigadora para la minera Barrick en los Museos César Vallejo, en Santiago
de Chuco y Museo Arqueológico de Ancash en Huaraz. Además se ha desempeñado
como docente para el Instituto Peruano Alemán-IPAL y en la Cepre-Ensabap. En la
actualidad, estudia la Maestría de Arte Peruano y Latinoamericano en la UPG-San
Marcos (mención en Historia del arte), gestiona proyectos culturales para
diversas instituciones de forma independiente y trabajó como gestora cultural e
investigadora en la Compañía de Jesús. Es Presidenta de la ONG IIAPERU
(Instituto de Investigaciones de Arte Peruano), donde dirige proyectos de
investigación con un equipo multidisciplinario.
Coméntanos ¿con qué objetivo nace el Instituto de Investigaciones
de Arte Peruano (IIAPERU)?
El
IIAPERU nace por una iniciativa de estudiantes y egresados de la carrera de
historia del arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A nosotros
nos han enseñado a investigar; llevamos
cursos desde arte universal, arte peruano antiguo, virreinato, republicano, moderno
e incluso llevamos danza, música y teatro, tenemos una formación muy diversa. Nuestra
formación universitaria nos ha motivo a estar conectado con el tema de la
promoción del estudio e investigación de las artes. Por mucho tiempo se confundía
que nuestro objetivo era más la producción artística o plástica, lo nuestro es
el estudio y la investigación de toda esta producción creativa. Una de las
cosas que nos impresionó bastante de la carrera es que a raíz de la
investigación uno no solamente tiene un libro con su nombre sino que esto
genera nuevos conocimientos, teorías y nuevas maneras de ver el arte que te
rodea. Las personas, por ejemplo, creen que el arte no está vinculado en su
vida pero todo es arte en nuestro mundo contemporáneo. Todos experimentamos un
lenguaje visual muy fuerte que podemos ver en la calle con afiches, logos,
diseños, etc.
Cuando
estábamos puertas a egresar un grupo de alumnos nos dijimos: “Bueno, hay que
hacer algo. Tenemos un material inmenso que estudiar e investigar.” El Perú tiene
gran material cultural no solo arqueológico, sino histórico y contemporáneo
también. Toda esa inquietud que teníamos nos llevó a prepararnos y a
constituirnos, pero había que hacerlo bien. Uno de los debates que tuvimos en
ese momento fue qué hacemos, nos formamos como colectivo, como asociación, como
fundación o como empresa. Siendo realistas, al investigador no se le conoce como
trabajador, la mayoría lo hace en docencia, en proyectos personales, en
curaduría. Como fundación no tuvimos los
contactos y como colectivo, si íbamos hacer las cosas de manera voluntaria hay
que formalizarse. Por su puesto no sabíamos nada de leyes, ni estatutos, de
libros contables, ni notarias ni nada por el estilo. Tomo tiempo desarrollarlo
y se dio durante toda la mitad del 2011 y ya en diciembre, salió la resolución.
A partir del 2012 empezaron las actividades.
En base a tu experiencia, ¿cuál consideras que es el mayor reto
que hay que afrontar en el sector cultural a nivel laboral?
A
nivel laboral creo que todas las áreas culturales tienen un gran desafío. Ahora
está de moda la curaduría por ejemplo. Hay varios investigadores, ya sean
arqueólogos, arquitectos, historiadores del arte, entre otros que están
participando en exposiciones culturales que genera ingreso. Tú ves los
resultados inmediatos en base al impacto que tú ocasionas en el público. También
está de moda la gestión cultural para armar proyectos pero son muy pocos los
que están trabajando realmente ahí. Por supuesto la última rama es la
investigación; no vas a encontrar en ningún presupuesto municipal una rama para
la investigación así como la promoción cultural u organización de actividades
culturales. Todavía no forma parte de la política de este país el financiar la
investigación en las artes, en el patrimonio, en la historia, etc. Como ahora,
hay instituciones gubernamentales que están tratando de cambiar ello como el
Museo de la Memoria. Ellos tienen su centro de investigaciones con un equipo
multidisciplinario como historiadores, antropólogos y sociólogos que tratan de
cambiar esa mentalidad y decir: “También hay que invertir en la investigación”.
CONCYTEC trata de hacer todo los posible pero a la justas puede con lo
relacionado a biología, medicina e ingeniería.
Es
justo lo que le decía a una de mis colegas: “Si CONCYTEC, siendo CONCYTEC tiene
problemas buscando financiamiento para industria y tecnología que son,
supuestamente, la materia prima para la base de este país, imagínate cuando
quieran apostar para humanidades o sociales.” Entonces todavía estamos años luz
para que se tome conciencia, y creo que este tipo de iniciativas para armar
proyectos de investigación deben apoyarse al cien por ciento y poco a poco las
cosas pueden ir cambiando. Ahora no se ve un cambio muy notorio pero nosotros
tenemos esa esperanza, desde la fundación hasta el día de hoy, que pueda
cambiar. Por eso tratamos que los proyectos del instituto tengan esta
proyección y que tengan este impacto en la gente.
UN REPASO A LOS TRABAJOS REALIZADOS
Uno de los proyectos realizados fue “Recuperemos la Hacienda San
Juan”, ¿Cómo se desarrolló esta
iniciativa?
El
primer piloto que tuvimos en el instituto fue “Colegios con historia” que estuvo
a cargo de Karla Mallma y de Martin Torres. Escogimos un colegio cerca al
centro histórico de Lima, República de Bolivia, he hicimos un experimento. Lo
que hacemos en el instituto no solo es recopilar información sino ir un poco
más allá de la investigación porque cuando uno estudia patrimonio no solo va
estudiar historia, arquitectura, estilo, sino también explica que uso tiene
ahora porque el patrimonio no está muerto, está vivo. Entonces la idea es saber
sobre lo que se encontraban ahí, como los profesores y estudiantes; y en base a
eso pudimos darnos cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, la mayoría desconocía
la historia de su patrimonio y en el piloto buscamos hacerles participar de la
investigación para que ellos mismos se den cuenta que tenía mucha historia y
que debían protegerlo. Fue una experiencia muy bonita porque se trabajó con
profesores, estudiantes y la directora y terminó en una charla con los padres
que fue muy positivo para todos. A partir de ese piloto se nos ocurrió ya
trabajar en el primer proyecto de investigación que fue del artista peruano
Sabino Springett. El 2013, el cumplía su centenario de nacimiento y nos
entrevistamos con su familia, entrevistamos a otros artistas, hicimos una
convocatoria de investigadores, vinieron gente de conservación de Bellas Artes,
historiadores del arte de San Marcos. Tuvimos un buen equipo que nos ayudó a la
colección de información y de obras de Sabino Springett.
El
proyecto hacienda San Juan fue nuestro segundo proyecto y tuvo la misma
dinámica que el anterior pero incluye la memoria de la comunidad, del
patrimonio de la comunidad. En esa ocasión participaron también arqueólogos,
historiadores del arte, arquitectos, de diseño y fotografía e incluso profesionales
de comunicaciones. Han hecho una exposición fotográfico con ellos y creo que el
2014 con la Municipalidad de Surco. Ese proyecto también tuvo su búsqueda de
información, archivo, biblioteca, consultar libros y revistas. Es una
investigación que nos tomó dos años, que es lo que dura un proyecto de
investigación. Ahora está a puertas de su publicación que sería la segunda del
instituto.
|
Después de tu labor en la investigación y publicación del libro “Sabino Springett”, ¿qué experiencia rescatas o puedes compartir sobre este proyecto?
Lo
que hemos aprendido con estos proyectos es que nada es imposible. En realidad,
cuando uno empieza a trabajar el tema de investigación encuentra muchos
obstáculos, no solo monetarios sino también de acceso a la información, acceso
a los archivos, bibliotecas y a las colecciones. Mucha de la información del
patrimonio y de los artistas no está en los sitios oficiales, debes tener un
conocido o contacto para moverte. Aparte de eso, el financiamiento es un poco
difícil. En la investigación tienes que armar algo para que durante el proceso
de investigación puedan ver resultados. Por eso nuestros proyectos siempre
están acompañado de congresos, conferencias, conferencias, exposiciones y
charlas con los vecinos. Para que se pueda notar que la investigación no es un
proceso muerto, sino lo contrario, en encontrar en ese proceso el lado
creativo. De ahí va el tema editorial, porque el investigador es investigador
pero otras profesiones se tratan de promocionar, comunicar y difundir una
adecuada imagen acerca de ello. Ahí comprobamos algo que ya pensábamos durante
la universidad pero lo hemos comprobado en el instituto, y es que durante la
investigación uno tiene que tener mucha apertura académica.
No
es solamente que el investigador hace de todo. Tienes que tener tu equipo
multidisciplinario, alguien que investigue, alguien que comunique, alguien que
diseñe, alguien que se encargue de fotografía, alguien que se encargue de
gestionar permisos, alguien que se encargue de administrar. Tranquilamente en
un proyecto de investigación pueden estar trabajando de 5 a 7 personas de
diferentes especialidades. Esto es algo positivo porque la unión hace la
fuerza. Tener diferentes puntos de vista te permite explotar el tema e incluso
considerar cosas que tú no habías considerado. Entonces la publicación del
libro fue toda una experiencia porque era la primera vez y no sabíamos nada sobre
publicar. El Fondo Editorial de la UPC tiene una trayectoria notable y su
equipo es impresionante. Aprendimos que un libro también es como una obra de
arte, también está vivo. No es solamente te doy mi texto y haz lo que quieras,
sino es verificar qué tipo de fuente, qué tipo de formato, qué tipo de
material. En ese momento tuvimos una gran alianza con la UPC y salió un
producto muy bonito con ambos lados muy satisfechos. Lo que hemos aprendido en
estos años es justamente lo que hemos creído, todo es cuestión de ingenio y
creatividad, nada más.
Presentación del libro Sabino Springett (Tomado de la página de Facebook del IIAPERU) |
PREGUNTAS SOBRE LOS NUEVOS RETOS
A lo largo de estos años participando con el instituto ¿cuáles han
sido los proyectos más inspiradores para ti? ¿Qué más sientes que se puede
hacer?
El
desafío que tenemos es empezar a trabajar con las autoridades. Creo que es el
reto más grande que vamos a tener y que de seguro se va a concretar en un
momento pero es algo que todavía está a futuro. Yo creo que el mayor del desafío
del instituto, y que de alguna forma ya se está empezando a hacer en este
tiempo con el trabajo que hemos estado haciendo, es la vinculación con algunas
instituciones como el Ministerio de Cultura por ejemplo. El año pasado el
instituto ya fue reconocido como punto de cultura con resolución
viceministerial y demás. Ahí tuvimos nuestro primer acercamiento para decir que
la investigación produce conocimiento, cultura, identidad, memoria y otras
cosas que son positivas para el desarrollo económico del país pero es un paso a
paso. Claro, siempre que mandábamos nuestra carta al congreso o al CONCYTEC
siempre nos decían nosotros los llamamos pero ellos tienen sus limitaciones y
hay que entenderlo. Por mucho tiempo se ha considerado ciencia solamente lo que
es medicina, ingeniería y agricultura pero hay que entender que el proceso de
investigación también es rentable para todas las áreas. Tenemos muchos ejemplos
en otros países y si fue posible ahí con mayor razón acá. Es una cuestión de
tener visión y creatividad, con eso se hace muchas cosas. Pero hay que cambiar
esa mentalidad, creo que eso será la tarea más grande del instituto y de todas
las organizaciones que nos estamos dedicando a promover la investigación.
¿Cuáles son los nuevos proyectos que se vienen para el IIAPERU?
El
año antepasado organizamos un primer seminario de investigación en el ICPNA de
Miraflores, donde invitamos a todos las instituciones vinculadas a la
producción científica en nuestro país. Estuvieron representantes de la
Biblioteca Nacional del Perú, también representantes de centros de
investigación como Bellas Artes, PUCP, UNMSM. Investigadores que tienen sus
revistas y son promotores que luchan por los derechos de los investigadores.
Colectivos que tienen sus revistas y también invitamos al CONCYTEC y a la
Comisión de ciencia del Congreso pero no fueron. El seminario duro dos días y
hubieron participaciones del vicerrectorado de San Marcos y Católica, algunos
representantes de la UNI, gente de la IEP y lo más importante es que estuvo
INDECOPI y PRONABEC. Justo el tema de la mesa era sobre los derechos de
investigación y fue muy interesante lo que se tocó porque los investigadores
descuidamos el tema de la promoción y la defensa. Hicimos una encuesta antes de
hacer el seminario y una de las preguntas fue si había sido víctima de plagio y
más de la mitad dijo que sí. Fue en base a ese seminario que nos dimos cuenta
que debemos cambiar mucho la mentalidad con respecto a la investigación que ni
siquiera se discute. Se discute la protección de las artes y la defensa del
patrimonio, que me parece bien, pero no descuidemos el proceso científico
porque al final todo termina siendo material muerto, enterrado en bóvedas o
cajas que se almacenan y nunca salen a la luz.
Creo
que lo que tendría que pasar en todo
caso es que todo es un trabajo en conjunto. Juntándonos todos podemos hacer
varias cosas que haciéndolo por separado.
Algunas palabras finales…
Agradecer bastante la oportunidad de poder hablar un poco más del instituto, lo que hemos hecho y lo que nosotros pensábamos cómo podemos mejorar las cosas. Y por supuesto, siempre apuntando a que esto sea como al inicio, para poder hacer más actividades con otras instituciones que ustedes entrevisten para que podamos unir y sentarnos para conversar las soluciones en conjunto. Yo creo que más que interés de cada institución, lo que podemos hacer es juntar todo ello y empezar hablar cosas macro y ver resultados. Las cosas no van a cambiar hasta que nos sentemos a dialogar a tomar actividades concretas para hacerlo en largo plazo. También invitar a todos los estudiantes y todos los que deseen dedicarse a la investigación que no tengan miedo de hacerlo. Por supuesto que tienen problemas pero todas las ciencias lo tienen, en todo los países y que no es solo de nosotros. Habrán momentos fáciles, momentos difíciles, en su mayoría, pero igual uno tiene que seguir intentándolo porque si uno realmente siente que ha nacido para esto, uno debe hacerlo y alcanzarlo como sea. Siempre trabajando razonablemente, poniendo los pies en la tierra y proyectándonos a que las cosas no van a salir de un momento a otro pero muchas veces estas pequeñas cosas suman, y ahora este instituto ya tiene 6 años con varias actividades, publicaciones, etc. En el instituto tienen una plataforma para poder difundir todo lo que se hace y también para poder hacer futuras alianzas.
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