por Edwin Yaranga (Texto y Fotos)
El Señor de Qoyllority o Q'oyllur Rit'i (Señor de la Nieve de la Estrella o Señor de la Nieve Brillante) es el nombre que la gente del Cusco le ha dado a una imagen de Cristo grabada en una roca. Según la tradición, esta imagen apareció a finales del siglo XVII a un pequeño pastor, Marianito Mayta, en el valle de Sinakara, al pie del monte Qolkepunku, en la cadena de montañas del Ausangate (al Sur Este de la ciudad de Cusco, en la provincia de Quispicanchi).
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Inicio del Recorrido de todo aquel que desea llegar al Santuario, Mahuayani a 4089 m.s.n.m. |
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Santuario del Señor de Qoyllority o Q'oyllur Rit'i |
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Valle de Sinakara, al pie del monte Qolkepunku |
Desde
entonces, antes del Corpus Christi, miles de personas hacen la peregrinación al
santuario construido en el sitio. Esta es una celebración que combina las
creencias católicas, con los antiguos rituales andinos para honrar al pico
nevado o apu que se cree que es una deidad.
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Peregrino a poco de llegar a la ultima cruz |
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Llegada
de los Peregrinos, pobladores que llegan para dar una oración un pedido o
agradecer por lo brindado, por el año fructífero. |
Varias
características de esta celebración en los Andes lo convierten en un evento
fascinante: su majestuoso escenario en las laderas de un pico nevado que se
eleva a más de 4 500 metros sobre el nivel del mar, los coloridos bailes
realizados por los diferentes grupos étnicos de la región en homenaje al Señor
de la montaña, y los "Pabluchas" o "Ukukus": hombres
vestidos de pies a cabeza con trajes de lana que representan animales míticos.
En esta celebración, los pobladores que vienen a rendir ofrendas vienen de
diferentes partes del Cusco, actuando extensas caminatas imparables. La fecha
de la peregrinación no es exacta, pero quienes la hacen siempre la tienen
presente, ya que sigue el calendario andino efectuándose entre los meses de
mayo y junio.
En
este recorrido no es de extrañar la presencia de procesiones junto con fuegos
artificiales, así como la presencia de "alasitas", que son artesanías
en miniaturas y representan diferentes cosas, entre casas, autos, ganados, etc.
Las personas las adquieren respondiendo a un ritual, ya que se cree que, si se
tiene estas miniaturas también, en algún momento, se podrán obtener de la misma
forma los diferentes objetos en tamaños reales. Peregrinos habiendo llegado a la última cruz, dando muestras de su fe y su devoción. Danzantes dentro del santuario en pleno baile, así expresan su algarabía al ver al taytacha Instrumentos de vientos, sonoridad que acompañan a los danzantes Desde mi experiencia debo añadir que ha sido fascinante poder
experimentar aquella sensación que se habla con todos aquellos que ascienden
tan solo para ver a su "taytacha" con el fin de agradecerle por lo
recibido y logrado durante el año. Se puede sentir la nostalgia y la emoción
cuando observas a los peregrinos, llegar y derrumbarse. Únicamente con verlo,
es indescriptible. Esta
oportunidad fue más de experimentar y conocer el entorno, ya que hubo muchas
restricciones después de casi 2 años sin poder realizar la celebración natural
como todos los años. Sin embargo, es entendible sabiendo que este proyecto
tendrá varios capítulos hasta poder documentar lo que HOY se vive. Talvez años
atrás había más expresiones, más actividades, pero todo va cambiando y para eso
sirve el registro, para poder conocer e informar parte de lo que nos hace tan
ricos culturalmente. Poblador que hace muestra de uno de sus cuadros, la misión es llegar y que sean bendecidos y ser devueltos a sus pueblos. Qhapaq
qollas en pleno canto para la bendición y despedida Pablitos, pabluchas o ukukus, personajes míticos de la cosmovisión andina. Ellos se encargan de cuidar el orden y disciplina en las festividades tradicionales. Se dicen que estos personajes son el nexo entre las personas y los apus, ahuyentan a los seres maléficos y sobrellevan el agotamiento en medio de la noche y el viento helado que reina en las alturas Pablucha subiendo una de las tantas cruces que llevan hacia el nevado bajo la responsabilidad de cada una de las “naciones” peregrinas y se las baja a medianoche, por la nieve, en una procesión a la luz de las velas. Se divide en ocho “naciones”, correspondientes a sus
pueblos de origen: Paucartambo, Quispicanchi, Canchis, Acomayo, Paruro,
Tawantinsuyo, Anta y Urubamba quienes se dirigen al nevado para brindarle ofrendas, también para realizar los
bautizos de iniciación a los nuevos integrantes de las naciones peregrinas. |
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