Por José Samuel Querevalú Ulloa
Juan
Pablo es estudiante de administración de turismo y hotelería en la Universidad
Cesar Vallejo y es voluntario en el Museo de Ancón, donde junto a Benigna Colmenares,
supervisora del museo y otros voluntarios, vienen desarrollando guiados y
trabajos de gestión cultural en la zona. En el mes de los Museos, YIHDES buscó
recoger las experiencias de las personas comprometidas con el Museo de Ancón.
Cuéntanos sobre tu
experiencia ¿cómo es un día en el Museo de Ancón?
Se
da la bienvenida cordialmente a todas las personas, ya sean de Ancón o de otros
distritos de Lima que nos visitan. Acá
no solo encontrarán playa, sino también la parte cultural e histórica que vamos
a mostrar y la apertura hacia la historia de una necrópolis inmensa. Sabiendo
que aquí se han realizado trabajos arqueológicos e históricos por más de cien
años, en el museo relatamos estos trabajos siguiendo con un orden cronológico
para explicar al público como se ha venido trabajando con los fardos funerarios
y como era la vida cotidiana en tiempos previos. Asociado a esta necrópolis también
tenemos parte de lo que fue el camino inca o “Qhapaq Ñan”, que comunicaba la
costa central, pero también hay una presencia fuerte de culturas preincas.
Por
otro lado, en cuanto a los números de visitantes, hay temporadas donde llegan
varios colegios con alumnos como también fechas que es más bajo las visitas. Muchas
veces los colegios llegan sin coordinación previa lo cual genera un tráfico de
visitantes.
En este mes de los
museos, ¿cuáles son los trabajos o proyectos que el museo tiene planeado para
el futuro?
Lo
más importante que se puede realizar es una especie de alianza con la
Municipalidad de Ancón y con los encargados de difusión y cultura de Ancón ya
que el museo es de carácter privado. Yo creo que sobre todo se debe trabajar
para la difusión cultural, ya que es algo que nosotros hemos venido trabajando
independientemente pero que aún es difícil de implementar. Creo que debería
haber una alianza estratégica que beneficie tanto al museo como a sus
pobladores. La población de Ancón y los vecinos de Lima norte no está familiarizada
con la cultura o con su historia y muchos desconocen que existe un museo tan
importante en el distrito donde viven.
En
mi caso, hace un año, yo tampoco sabía que existía este museo e imagino que
muchos vecinos deben estar en la misma situación. No debemos posponer conocer
lo que es parte de nuestra cultura y patrimonio porque quien no conoce su historia
está condenado a repetirla. Debemos
adentrarnos más en nuestra cultura y sentirnos orgullos de todo lo que se ha
venido trabajando y lo que tenemos exclusivamente como peruanos.
En tu opinión, ¿cuáles consideras
que son los principales retos o limitantes que tiene el museo hoy en día en su
desarrollo?
Yo
creo que el factor limitante es el económico. El museo se maneja con fondos
privados por lo que cobramos una tarifa estándar para el ingreso del museo, que
es de 4 soles. Mayores fondos podrían ser invertidos para la restructuración de
ciertos espacios del museo y para mejores ambientes donde se pueden desarrollar
algunas de nuestras actividades ya que
no solamente obtenemos fondos de guiados sino que también cuando vienen
colegios o con universidades se habilitan espacios en el segundo piso para dar
charlas o conferencias culturales. Una de las actividades más populares que
realizamos es el taller de arcilla, donde se les enseña a los chicos a fabricar
las “chinas”, que son muñecas de la cultura chancay al igual que los
“cuchimilcos” para que se la lleven como un recuerdo y para que la tengan
presente como parte de su patrimonio.
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